Clero

El Reverendo Charleston David Wilson – Rector

El Reverendo Charleston Wilson fue nombrado Rector el 8 de septiembre de 2020. Antes de convertirse en Rector, el P. Charleston se desempeñó como sacerdote a cargo y como sacerdote asociado principal para el evangelismo y el desarrollo parroquial del Redentor (Redeemer)

El Reverendo Charleston era un niño curioso, y a veces travieso, que creció en una familia que se dedicaba (y dedica) al comercio de la madera en la zona rural de Alabama. Desde pequeño disfrutó de la cocina, los viajes y el fútbol universitario.

Antes de seminario y ministerio ordenado, el Padre Charleston era un emprendedor creativo en las industrias de restaurantes, madera y vino. Trabajando en una variedad de áreas comerciales, que incluyen: ser copropietario de un concepto de alta cocina, administrar los recursos humanos estratégicos para una cadena de restaurantes ahora nacional, desarrollando una gran finca rural de árboles y asesorando a nivel nacional e internacional en la industria del vino.

Es un sommelier certificado y disfruta de todas las cosas gustativas. La formación académica de Charleston incluye una licenciatura en religión de la Universidad de Samford, así como una Maestría en Divinidad (M.Div.) Del Seminario Teológico Nashotah House (cum laude). P. Charleston se desempeña como presidente y presidente de la junta directiva de The Anglican Digest, una publicación trimestral que sirve a 67 países de la Comunión Anglicana (la tenemos disponible en la Iglesia), y también es miembro del Consejo Diocesano de la Diócesis Episcopal del Suroeste de Florida. Casados ​​con Malacy (neé Touchstone) desde 2006, tienen dos hijos, Robert Augustus (Gus; 12 años) y Mary Camille (10 años). En su tiempo libre, a Charleston le gusta cocinar, conocer a los recién llegados a la parroquia, recibir invitados y viajar. Puede ser contactado en cwilson@redeemersarasota.org o llamando a la oficina parroquial.

El Reverendo Mario Castro – Sacerdote Asociado para el Ministerio Hispano

El Reverendo Mario Castro comenzó en la Iglesia del Redentor como sacerdote a tiempo parcial el 13 de noviembre de 2011, y ahora es sacerdote a tiempo completo y el líder de la Misión Hispana de la iglesia que, a partir de 2012, tiene la mayor Congregación hispana en la Diócesis del Suroeste de Florida.

El Padre Castro nació en La Joya de Guerra, un pequeño pueblo cerca de Santo Domingo, la capital de República Dominicana. En 1971, su padre, José Wessin, murió en Santo Domingo, y su madre, Ramona Castro, mantuvo a la familia cultivando y vendiendo vegetales con la ayuda de sus seis hijos y dos hijas. Cuatro años más tarde, en busca de una vida mejor para su familia, la madre de Castro trasladó a la familia a las afueras de un populoso barrio llamado “Los Mina“.

En 1978, al finalizar sus estudios de Bachillerato, comienza a estudiar Sociología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Pero a los pocos meses se descubrió su verdadera vocación: servir a Dios. Durante los siguientes diez años en el Seminario Saint Vincent De Paul, el Padre Castro completó un curso de cuatro años en filosofía, se formó como novicio durante dos años (especializándose en historia de la iglesia) y completó su formación sacerdotal al estudiar teología durante 4 años, logrando su licenciatura en Ciencias Religiosas.

Desde 1987 y 1991, el P. Castro cumplió con varias responsabilidades sacerdotales y en 1991 se casó con Doña Lilly Villamar y se establecieron en Tampa, Florida.

En 1994, el P. Castro y su familia comenzaron a asistir a la Iglesia Episcopal St. Francis; eventualmente se involucraron mucho en la vida parroquial y trabajaron con la comunidad evangelizando. P. Castro sirvió en la sacristía de la iglesia y ocupó el cargo de director principal.

El Padre Castro fue recibido el 27 de febrero de 2011. Se le puede contactar en mcastro@redeemersarasota.org.

El Reverendo Richard B. Lampert

Contada por él mismo. Nacido en  Febrero 13 de 1941, actualmente tengo 80 años

Yo nací en Washington, D.C., en una familia muy tradicional, militar y estricta. Nos cambiamos en varias ocasiones a diferentes Ciudades/Bases, pero en la mayor de los años vivímos en Virginia del Norte. Mi familia no fué muy religiosa o/y fiel a Cristo. Tampoco fui muy estudioso como mi hermano mayor. Pero fui un atleta, destaqué en diferentes deportes y también muy popular en las escuelas.

En los primeros años, en la universidad, mis notas eran regulares pero durante el tercer año comencé a recibir honores en Literatura en Español e Historia de Latinoamérica. Pensaba en los “Cuerpos de Paz”. Me podrían permitir estudiar, viajar, más aún, me permitiría  enseñar. Me gradué con honores y esto me permitió:

  • ser aceptado en los “Cuerpos de Paz”;
  • estar en un programa académico, llevando cursos sobre latinoamérica;
  • conocer sobre un Programa para ser misionero de la iglesia episcopal; trabajando/viviendo en el mundo hispano.

Fueron los años 60 ‘s;  decenio de los “Derechos Civiles”; Dr. Martin King; Cesar Chavez. Sentí a Dios llamándome y a El respondí. Este proceso para llegar al “Llamado” empezó primero participando en el recorrido desde Chicago hasta el este de Los Ángeles en las demostraciones del Dr. Martin Luter King. Segundo, fui matriculado (el único blanco) por la Iglesia Nacional en un programa Nacional para organizar a la gente blanca,hispana y afroamericana en los barrios pobres en los EEUU. Y tercero, conocer presbíteros y obispos. Un día un Obispo me preguntó si ¿Nunca había pensado en el seminario?

En agosto de 1966 me mudé a Boston/Cambridge Massachuset, para entrar en el seminario y, al mismo tiempo, trabajar en la misión bilingüe de la diócesis en la Iglesia San Esteban y dar clases extras en una escuela como trabajo social. En los siguientes 4 años organicé un vecindario “Villa Victorio” con nuevas casitas. Y al final trabajé con la comunidad Puertorriqueña en Boston. Luego fui director de ESAC (Agencia  Ecuménica de Acción Social).  En ese tiempo conocí a Molly y nos casamos en Noviembre 23 de 1973 y nos fuimos  a México, como asistente del Obispo Leonardo Romero y donde uno de mis hijos nació. Desgraciadamente, después de años en Monterrey, Nuevo León, caí muy enfermo del colon y tuve que regresar a los EEUU.

Después, el Obispo Bostoniano nos llamó otra vez, donde servimos con mucha alegría por más años en San Esteban y fui miembro del Staff Diocesano. Posteriormente, trabajé en otro ministerio en Union City, N.J. llenando mi vida con mucho amor y alegría.

En Florida: serví 5 1⁄2 años en el “Buen Pastor” en Venice doblando el número de parroquianos en la congregación.

Y finalmente llegué a Redeemer en 2006, como el Sacerdote encargado del Ministerio Hispano. Durante estos 15 años en la Iglesia del Redentor, Yo he estado involucrado en todas las áreas de adoración y formación cristiana, especialmente en lo que respecta a mi amada congregación hispana, durante 6 ½ años. Junto con el Padre Mario, he ayudado a que la congregación creciera considerablemente. Durante este tiempo en Redeemer, he presentado varias clases y cursos muy bien recibidos, incluyendo una basada en “ The Gift of Years”, de Joan Chittister, y otra basada en “An American Requiem: God, My Father, and the War that Came Between Us”, de James Carroll, este último co- presidido por la feligresa Mary Pat Radford. Más recientemente, yo he sido Sacerdote Asociado para el Ministerio Pastoral, realizando visitas y coordinando las visitas domiciliarias de los Visitantes Eucarísticos Laicos, y especialmente durante este tiempo de COVID, he pasado cientos de horas llamando a nuestros miembros confinados en sus hogares y a los que se encuentran en Instalaciones de Vida para Adulto (asilos para gente de la tercera edad), la mayoría de las veces que no han podido asistir a la iglesia.

En todo esto sólo una excepción, estuve a cargo de la Congregación Hispana por dos años en Santa María, Palmetto por la invitación del Obispo Dabney Smith.

¿Qué aprendí? Cuando El Señor está llamándonos deberíamos contestar; nuestras esposas son  las mejores y principales ayudantes que nunca vamos a tener. Organizar comunidades o hacer crecer iglesias es lo mismo: El que da siempre recibirá doble, más si es por parte del Señor.